La falta de métricas específicas
El creciente interés que existe por el uso de datos para el análisis de los partidos en balonmano se encuentra con la dificultad de la escasez de métricas propias que aporten una información relevante.
Como todo camino que empieza, en muchas ocasiones se vienen adaptando metodologías provenientes de otros deportes que, en ocasiones, poco o nada nos pueden aportar. Son los problemas propios de cualquier comienzo. Empezamos a ver en algunas retransmisiones el dato del número de pases que realiza cada equipo, un dígito que, al menos que se de relacionado con otros valores, creo que no aporta gran valor.
La información oculta de las posesiones en balonmano
Existen otras métricas que pueden parecer que dan una información muy limitada, pero que engloban muchos datos interesantes. Es el caso del número de posesiones que tiene cada equipo por partido.
En balonmano el número de posesiones está muy condicionado por el juego del otro equipo. Los dos equipos van a tener un número igual de posesiones, acción arriba o abajo, que podrán ser más o menos según el ritmo que impongan los dos equipos o uno de ellos.
Si un conjunto renuncia al juego de contraataque y realiza ataques posicionales muy largos irá consumiendo gran parte del partido, que irá en detrimento de las posesiones totales que se puedan realizar, aunque el otro equipo desee realizar ataques cortos.
Sin embargo, el número total de posesiones que tiene cada conjunto en un partido contiene bastante información que sí que puede dar una orientación muy valiosa sobre el juego del equipo analizado.
Para explicarlo voy a utilizar la pasada Final4 disputada entre el F.C. Barcelona y el THW Kiel.
Análisis de las rotaciones de jugadores
La información subyacente en el número de posesiones va mucho más allá que el simple dato numérico, que puede indicar un mayor o menor ritmo de juego. Para mostrar las posibilidades de análisis nos centraremos en el juego en igualdad numérica.
Por un lado, el registro de los jugadores que están en pista en cada posesión permite saber cuáles son las combinaciones más o menos efectivas.
En la siguiente figura se puede ver que el F.C. Barcelona uso hasta 10 combinaciones de jugadores, pero casi el 50% de las 25 posesiones de las que dispuso para jugar en su totalidad en igualdad numérica las hizo con un mismo equipo. Sólo en dos ataques se apostó por el juego sin portero.
En el otro lado se puede ver cómo el THW Kiel también uso 10 posibles combinaciones de jugadores. Pero se pueden sacar otras conclusiones. 23 de las 35 posesiones en igualdad numérica de las que dispuso el equipo alemán se jugaron sin portero, en una apuesta clara por el juego en superioridad con siete jugadores de campo. Dentro de esa línea, la mayoría de los ataques (15 sobre 23) los realizaron con los mismos 7 jugadores, dando una gran estabilidad al juego colectivo.
Análisis de la eficacia de cada rotación
Una vez conocidas las posibles combinaciones de jugadores en cada uno de los conjuntos se hace necesario analizar como varió la efectividad en función de los jugadores que estaban en pista, relacionándolo con el número de posesiones que han jugado.
Esto nos ayudaría a comprender si se debió rotar más a los jugadores o si fueron utilizadas aquellas combinaciones de jugadores que mejor efectividad estaban teniendo.
Por un lado, se determinó la eficacia del lanzamiento, con la relación tradicional entre goles conseguidos y lanzamientos realizados, con lo que conseguimos una idea de la calidad del lanzamiento.
También se midió la eficacia de la posesión, en los que los goles, los 7 metros conseguidos y las exclusiones provocadas se contabilizaban como acciones positivas respecto al total de posesiones en igualdad, incluyendo las pérdidas de posesión que se produjeran, lo que nos da un valor sobre la calidad de la posesión.
En la gráfica del F.C. Barcelona lo primero que llama la atención es que casi todas las combinaciones de jugadores que se usaron tuvieron una nula efectividad, ya que sólo con la combinación 1 (la que más veces se mantuvo en pista) se aportaron valores adecuados. La combinación 4 tuvo un 100% de eficacia, pero sólo desarrolló una posesión.
Si nos centramos en el gráfico del THW Kiel se observa claramente como hubo una mayor aportación en la mayoría de las combinaciones que utilizó su entrenador, tanto en las combinaciones de jugadores que más veces se utilizaron, como en aquellas que sólo desarrollaron una posesión.
Distribución del consumo de posesiones por jugador
Otra aplicación que considero de interés en el análisis de la métrica de las posesiones es conocer la distribución del consumo de posesiones que hace el equipo entre los distintos jugadores que participan, lo que puede dar una idea de la homogeneidad o no del juego colectivo.
En las dos figuras siguientes se ve una clara diferencia en la responsabilidad asumida por cada uno de los jugadores de cada equipo.
Por un lado, en el F.C. Barcelona, prácticamente todas las acciones se concentran en cuatro jugadores, que consumen el 88% de las posesiones en igualdad de su equipo. Sin embargo, en el THW Kiel se ve claramente una mayor distribución del reparto de responsabilidades. Hasta 7 jugadores contribuyen a la finalización del 94% de las posesiones.
La calidad del consumo individual de posesiones
Y el último nivel de análisis nos permite saber si un jugador debería haber disfrutado de más o menos minutos.
Decir que un jugador ha conseguido un porcentaje de eficacia determinado es una información que debe completarse con el número de posesiones que ha jugado. No es lo mismo que lo haga jugando todo el partido que jugando sólo un período concreto.
Si tenemos un jugador con un alto consumo de posesiones y alta eficacia es consecuente que pueda disfrutar de más posesiones. Desde el punto de vista del análisis del rival también nos da una información sobre que jugadores debemos dejar que consuman las posesiones del rival.
Sagosen y Weinhold consumieron cada el 20% de las posesiones que se dispusieron mientras estaban en pista. La distribución del consumo de posesiones entre todos los jugadores del THW Kiel muestra un juego equilibrado. Teniendo en cuenta que hay 6 puestos específicos y que hubo poca rotación de jugadores en ambos equipos, la media de posesiones por puesto en un juego totalmente repartido sería de poco más del 16%. La desviación de los dos jugadores con mayor consumo de posesiones es de un 4%, y precisamente son los que mejores datos de eficacia de posesión y eficacia de lanzamiento tuvieron, por lo que está justificado ese protagonismo
Sin embargo, en el F.C. Barcelona la distribución del consumo de posesiones es mucho más irregular, con un claro protagonismo de tres jugadores, que acaparan casi el 65 % de las posesiones de su equipo.
¡Poca munición para una guerra tan importante!
Muy interesante, como aficionado/amante de las estadísticas, me parece una manera de analizar novedosa y útil, a ver si resulta utilizable en lo sucesivo, unida a otras que se vayan implementando.